Ambientada en los años cincuenta, Cristales en el cielo de Manhattan es una historia cautivadora que atrapará al lector desde las primeras páginas.
La mayor equivocación de Sara fue casarse con Leo, un mafioso que huye a Nueva York y la arrastra como una mercancía más de las que lleva en el Andrea Doria. Allí conocerá a Paul Slater, que marcará un antes y un después en su vida.
Con el tiempo, se aferrará a su negocio de moda como el único salvavidas que la distrae de la separación forzosa de su hija, Elisa, en ese mundo paralelo y distante que trata de dibujar alejada, todo cuanto puede, de la vida de su marido.
La amistad inquebrantable de Marcial la ayuda a nadar a contracorriente y a evitar la zozobra de una interminable huida hacia delante. A veces, la felicidad le roza los dedos, aparece y desaparece, fugaz, sin darle tiempo a saborearla. Pero merece la pena intentarlo todo y pelear con todas sus fuerzas para salir victoriosa de sus luchas internas.
La autora utiliza el diálogo como recurso principal para acercarnos a los personajes, aportando a la novela un dinamismo que atrapará al lector que se verá inmerso en la apasionante vida de la protagonista.